
PRIMERAs Sensaciones
No es la primera vez que nos pasa. ¿Recuerdas aquel día en que descubrimos en un garito cutre un grupo de música que, al verano siguiente, arrasaba en las listas de ventas? ¿O aquel otro en que nos colamos en el Renoir para ver una película en teoría de 'culto' que, de pronto, pegó el pelotazo en taquilla y arrasó en los Globos de Oro? Estas situaciones resumen lo que nos ha pasado a los 'pepineros', estábamos en posesión de un producto exclusivo que, en un momento, se ha puesto de moda. He descubierto que, como todo niño malcriado que lo tiene todo, me cuesta compartir. Es por ello que escribo estas líneas a modo de redención.
EGOÍSMO. No sé si es general, pero a mí me ha invadido un sentimiento de egoísmo que toma forma cada vez que tengo que hacer cola en la oficina para trámites que antes no me suponían esfuerzo alguno. He decidido tomármelo con filosofía. Si quieres Lega, toma Lega, ya nos hicimos 1.500 kilómetros en un día para ver el ascenso a Segunda. Pero me cuesta tanto...
RABIA. Cuando resulta que quienes me preceden en la cola llevan las camisetas del Atleti, del Madrid o del Barça. Rabia porque yo voy con la del Lega, pero no significa que me atiendan antes. Suspiro. Prefiero pensar que usan la XXL, y aún no se han podido comprar la de la temporada actual, dada la habitual falta de stock de nuestro sponsor deportivo.
MORRIÑA. De saber más que nadie. De tener estudiadas las plantillas y los foros del Huesca, del Tenerife, del Oviedo, del Zaragoza, del Alavés en Segunda División. Del Castilla, del Barakaldo, del Alcorcón, del Sariñena en Segunda B. Ahora me siento neófito y, amargado, no sé apenas nombres de titulares para conformar un equipo de Primera en el Comunio. "Cualquier tiempo pasado fue mejor", decía Manrique. Con un poco de esfuerzo nos pondremos al día ¿no?
ORGULLO. Durante la temporada pasada Leganés era sinónimo implícito de mi nombre para mis conocidos. En el trabajo, con los amigos, todos me daban palmaditas en la espalda y decían aquello de " ¡Anda, que si subís a primera!". Ahora se vuelve en contra mía: el informático de la segunda planta lleva dos días viniendo a trabajar con la camiseta del Lega, mi jefe dice que es del Lega desde la época de Polo, y hasta la becaria de enfrente me enseña el carnet de identidad diciendo que ha nacido en Leganés, ante lo que me tengo que callar, porque soy de la generación en la que los pepineros nacíamos en Madrid. En fin, a tragárselo... el orgullo, claro.
INQUIETUD. Pero el sentimiento que más me invade durante estos días, en realidad durante todo el verano, es la inquietud. La inquietud porque este club ME REPRESENTA. Quiero que nuestro equipo haga una temporada digna, que la 'hinchada' afición deje alto nuestro pabellón tanto fuera como en casa, que nadie nos compare con el de al lado, que nos ganemos el respeto de todo el mundo. Quiero decir con satisfacción que soy del Lega y que nadie me pregunte: "Ya, ¿y de Primera, de qué equipo eres?"